lunes, 21 de mayo de 2007

Casting

Todos mis maestros y profesores, así como libros sobre el tema indican que el 60% de la dirección de actores está en la escogencia del elenco. Es en el casting donde eliges a quienes van a dar cuerpo y voz a tus personajes, con quienes vas a entablar una relación de un profundo nivel humano y emocional, con quienes vas a actuar de madre, padre, novio, novia, psicólogo y pare usted de contar. Es fundamental escoger a actores con quienes haya una afinidad inexplicable, casi como una cosa de piel o de sangre que no tiene ni siquiera que ver con sus aptitudes, además de identificar si tienen las capacidades necesarias para recibir dirección o para entrar en los estados emocionales que requieres. Lamentablemente este tipo de cualidades y métodos de casting son muy poco comunes en nuestro cine y se prioriza el perfil físico por encima de todos estos otros atributos tan indispensables. Por supuesto en un largometraje esto es mucho más crucial y definitorio que para un corto, pero como todo el propósito de este proyecto era el de ejercitar facultades de dirección de actores y por lo tanto de actuación, pues entonces quise tomármelo lo más serio posible. Convoqué entonces a un casting por medio del boca a boca entre amigos, correos electrónicos y convocatorias directas a gente que me parecía interesante. Se presentaron una serie de chicos y chicas a la casa de la productora donde haríamos unos ejercicios en cámara.
A medida que iban llegando les entregaba una hoja con una escena del corto y les pedí que se la leyeran cuantas veces fuera necesaria sin memorizar nada, pero que tuvieran clara la situación. Después de un tiempo hacíamos un ejercicio de improvisación con una situación que ellos pudieran recordar de su experiencia personal que tuviera que ver de alguna forma con lo que habían leído. Después de observar y grabar este ejercicio, les iba haciendo indicaciones que iban permeando las acciones físicas y emocionales de la improvisación, lo cual me permitía ver cómo recibían la dirección que les daba y cómo la utilizaban en la escena. Esto lo repetí tanto para actores y actrices. Finalmente, ese mismo día conseguí a la actriz que buscaba, no tenía duda al respecto, era una amiga a la que le había dicho personalmente que se acercara al casting y que está comenzando en el taller de formación del TET y con quien compartí en la obra "El Amor de Fedra", del TET. Era Adriana Arismendi.
También había quedado complacido con dos actores, pero no podía decidirme finalmente y como ya tenía a mi actriz escogida, decidí hacer un call-back una semana después para que ambos actores intereactuaran con Adriana y así ver cómo era la química entre ellos y con cual me quedaría finalmente.
Esto me iba a retrasar una semana el rodaje, pero como he dicho antes, la etapa del casting es tan crucial que para mi era mucho más importante este proceso, que la fecha en que pudiéramos hacer el corto. Una vez que todo el quipo me confirmó que estaría disponible para la nueva fecha, hicimos el call-back y pude decidirme por el actor con quien iba a trabajar: Sebastián Torres. Un talentoso chico que también se está formando como actor en talleres de teatro y que trabaja en el medio publicitario. Tenía al equipo y a los actores, era hora de ponerse a trabjar propiamente en la pre-rpoducción, incluyendo los ensayos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Los actores son novios de verdad? porque se nota que tienen buena química!!!